Soy Luz

Soy Luz, una mujer venezolana muy elegante, educada, sensual y cercana

Dos medias naranjas precisarán una de la otra para poder rodar por la vida. Mas nunca acabarán de encajar. Una va a ser más grande que la otra, si bien sea solo un tanto, y no podrán rodar con facilidad por la vida. El hombre, por su lado, puede sentirse en especial estimulado al sentir cómo una bala vibradora actúa sobre sus testículos, su pene o su perineo. Asimismo el ano puede ser un destino ideal de estimulación a la hora de emplear una bala vibradora. Dulce y seguro: Desvista a su amante una prenda de ropa tras otra, tomándose un tiempo para besarle el cuello, acariciar sus senos y masajear sus nalgas para que ambos estén listos para el sexo. Haga que ella se acueste de espaldas y después se acueste sobre ella, con las piernas estiradas hacia atrás. Pídale que extienda las piernas a fin de que pueda entrar, mas luego estírelas cara afuera en la situación de cierre. Pídale que junte las piernas para emparedar su pene y acrecentar la fricción.

En el momento en que una mujer no alienta a un hombre, ni lo evita, sino que se esconde y permanece en un lugar solitario, debe ser alcanzada a través de la criada que pueda estar cerca de ella. Si al ser llamado por el hombre actúa de igual manera, entonces ella debería ser ganada por medio de un hábil intercesor. Mas si ella no tiene nada que decirle al hombre, debería considerarlo bien antes de iniciar cualquier otro intento de ganárselo. Vas a comenzar a apreciar la diferencia en ti, prácticamente sin sacrificio. Vas a sentir que tus miedos no vuelven más a ti ante situaciones que te producen estrés. Por el hecho de que tu cuerpo ya no va a querer más pensamientos negativos. Va a precisar sensaciones buenas y para ello tú no vas a autosabotearte, ni culparte, ni sentirte insegura.

La civilización judeocristiana impuso el modelo heterosexualmonógamo

Cuando una mujer se excita, el bálano de su clítoris se amplía, al tiempo que aumenta su sensibilidad. No obstante, sigue siendo blando, no como el cuerpo del clítoris. El cuerpo del clítoris puede notarse si se pasa el dedo de lado a lado, justo por encima del bálano. La mayor del resto se halla en la pelvis. En la actualidad se sabe que la de clítoris externa de una mujer es una mínima en comparación a la interna de dicho clítoris. La clave es fingir que estás en el espacio exterior y no hay gravedad. ¿Qué significa eso exactamente? Va a deber permanecer anclado, con corbatas, cinturones, bufandas o bien cualquier cosa que pueda encontrar. Y también puede divertirse haciendo que cualquier líquido que use (o bien genere) vuele a su alrededor también. Lo correcto es pensar solamente en ella. Mas no en sus pechos, en su trasero o bien en sus curvas. Sino en darle todo el placer posible. Por supuesto que queremos disfrutar de la experiencia y gozar como nunca. Pero esa debe ser la consecuencia, no el propósito. El objetivo es darle placer a ella y sólo pensar en ella. Y como consecuencia de eso asimismo disfrutaremos al máximo. Perseguir el placer directamente puede provocar una veloz pérdida de control. Procurar que ella disfrute en todo momento y que alcance los mayores clímax nos facilita sostener el control y alcanzar un mayor placer al final de la experiencia.

Permite la mutua visualización de los gestos del semblante

Mas sinceramente, sacando la media de todas y cada una de las experiencias, se le quitan a una las ganas de seguir conociendo gente por estos portales de contacto. Si bien reconozco que en mi vida no virtual tampoco suelo localizarme con menos ranas. Al final creo que, por mi forma de ser, puedo atraer como máximo, y siendo muy optimista, a un 1 por cien de la población masculina libre. En Meetic y esos portales de contactos mi experiencia es que ese 1 por cien aún se reduce más, por el hecho de que mi género de hombre no es que suela apuntarse a esos sitios, y si lo hace, no se va a enseñar abiertamente luciendo pecho como hacen muchos narcisistas que enseñan hasta los calzoncillos. Las fantasías sexuales son ideales para sorprender a tu pareja y romper la rutina de vuestra vida sexual, logrando sostener y acrecentar la libido y el deseo sexual. Si te animas, descubrirás una excitante forma de solucionar un hastiado sábado de noche. Puedes inspirarte con novelas de literatura erótica, con la masturbación, el sexo oral, el 69 o bien utilizando disfraces o ropa interior sexy. Visita un sex shop y descubre juguetes y accesorios eróticos para tus fantasías, lo esencial es que olvides la timidez y uses tu imaginación a la hora de follar. Una de las fantasías sexuales más típicas es la del doctor y la enfermera, el amo y el esclavo, el jefe y la secretaria o bien el cliente y la puta. Todas estas fantasías implican un juego de rol sexual para cada uno de ellos de vosotros y para tener éxito hay meterse en el papel. Solo tienes que localizar la que más te ponga y aumente tu impulso sexual y te transforme en más atractiva y sexy a ojos de tu pareja.

Otro ejercicio sexual desafiante físicamente, no obstante, es extremadamente gratificante para ambos compañeros en términos de un ejercicio y una sensación sexual. Aunque semeja estar limitadísima en esta posición, en realidad da la mayor de la estimulación genital utilizando sus pies como palancas para elevar y bajar su trasero. Una situación frente a frente, cada uno de ellos de ellos puede ser testigo del placer del otro en sus expresiones mutuamente lascivas, mientras empuja esos jamones y lleva a casa el tocino. Las personas que viven o se sienten aisladas, apuntan los especialistas, son más proclives a engancharse a la digisexualidad y a transformar a esta en el eje primordial alrededor del cual gira su vida sexual. El miedo a la amedrentad y la poca resistencia a la frustración, unido a un cierto mercantilismo sexual, triunfante a nivel social, hace que muchas personas acaben tarde o temprano por apuntarse al carro de la digisexualidad. Estas personas, encerradas en su placenta sensible, protegidas por una concha que han ido cerrando alrededor suyo, temiendo abrirse al exterior y/o resultar heridas, encuentran en el empleo de tecnologías relacionadas con la sexualidad el modo de satisfacer o, cuanto menos, paliar mínimamente las carencias de la suya.

De las protestas femeninas más irritantes

Por eso es muy probable que asimismo hayas elegido Suelo admitir mal la autoridad. Queda reflejado en tu capacidad para el trabajo en grupo. No eres antisocial, ni mucho menos, al contrario. Todo el planeta te conoce, pues te encanta que todo el mundo te conozca. Como dice el dicho, actúas tal y como si no tuvieras abuela: hablas de tus proezas y éxitos con una facilidad pasmosa, no sabes lo que es la humildad, tú mismo dices que detestas la hipocresía y prefieres la honestidad si bien duela u ofenda. Por eso, en un equipo puedes llegar a llamar demasiado la atención con tus comentarios o robando la palabra a otros. Y en el momento en que te den directrices… Mejor que lo hagan con mano izquierda, que no parezca una orden sino más bien una sugerencia o bien intercambio de igual a igual. O contestarás con una sonrisa de esas encantadoras que sueles tener, dirás vale, vale, te darás media vuelta y lo vas a hacer como te plazca. Y si obedeces, entonces es que admiras mucho a quien te lo ha mandado. Porque esa es otra de tus características, que eliges cuidadosamente a tus amistades, no entra cualquiera en tu círculo de interés. Vamos, que eres clasista, pero en el sentido más extenso (no me refiero tanto en el socioeconómico, aunque este factor no es descartable). Proseguir a alguien, leerlo o tomar con él un café… Tu tiempo es tu libertad y no lo vas a compartir con cualquiera, conque la persona elegida ha sido eso, elegida. Debe tener algo especial a tus ojos a fin de que le dediques tiempo y ya no te digo a fin de que le obedezcas. Si la autoridad no viene en estas condiciones, simplemente no la admites. Queda claro, pues, que en un equipo mandarás sobre ti mismo, no sobre los demás. Por ese motivo, prefieres ser un compañero más y no acostumbras a admitir cargos de mando, por el hecho de que eso representaría asumir la responsabilidad del trabajo de otros, cuidar de personas, comprometerse con un sinfín de cosas y, claro, reportarlas a otros mandos superiores que te valorarán y dictarán y… un instante. ¿He dicho compromiso? Esta es la palabra clave. Compromiso. No te automarginas ni eres un lobo solitario ni nada de eso. Pero compromiso en tu caso tiene matices que hay que resaltar para poder entenderte. Debes tener garantías de proseguir disponiendo de tu tiempo, tu forma de gestión, un mínimo de libertad de movimiento y sobre todo que no te estén todo el día encima… Entonces admites el compromiso, porque te consideran mas no te ahogan, y de esta manera sí que es aceptable. Como jefe, gustarás mucho precisamente por eso, pues no agobias a tus empleados. Mas asimismo incomodarás por el hecho de que no estás mucho por la oficina y en ocasiones los trabajadores necesitan que les manden o simplemente que haya alguien ahí para consultar y aclarar las dudas. Y claro, no siempre puedes estar, porque has quedado para comer (como casi todos los días), has salido a correr o bien tienes una clase de pilates (como prácticamente todos los días) o tienes entradas para la última función de tendencia (como prácticamente todos los días… otra vez). Y llega un momento en que tus trabajadores pueden desesperarse un poco. No pasa nada, probablemente solicitarás el traslado dentro de poco porque precisas explorar nuevos horizontes laborales. Es extraño que te sostengas en un sitio de trabajo por bastante tiempo (fíjate, te pasa igual con la pareja), así que la experiencia de llevar a un conjunto de personas es probable que no dure mucho (o bien, cuando menos, no al mismo conjunto de personas) y antes de que puedan lamentarse más alto ya te habrás ido. Y puntualizo nuevamente, no es que no cumplas con tu compromiso. Lo haces y de forma intensa, fabulosamente realizado (porque eres bueno en lo tuyo, tu listón es alto para contigo), mas a tiempos cortos, breves. Mucha calidad en poca cantidad (fíjate, igual que con tu pareja, otra vez).

Caballeros, no sea que ciertos de ustedes sientan que han sido relajados al desatender pasar a las chicas que han anhelado, relájense. Verá, seguramente crea que la caza de dama es su responsabilidad toda vez que entra en una jungla social. Piensa otra vez. Las hembras que atraen machos con el propósito de aparearse son del magnífico diseño de la naturaleza. En el reino animal, las hembras atraen a los machos chillando, cantando, rascando, pisando fuerte, saltando, lanzándose, moviéndose y una gran cantidad de otras señales sexuales. Las mujeres humanas hacen lo mismo. La naturaleza introduce señales de sexo en todas las hembras para propagar la especie.

Otro aspecto positivo de la busca de pareja en internet es que ahorrarás mucho del dinero que gastarías en todos y cada cita, únicamente para comprobar si se trata de la persona que buscas. Es por estas razones y muchas otras circunstancias personales que miles y miles de personas hallan día tras día una gran conveniencia en los encuentros personales a través de internet. No hay certidumbre de su eficacia después de los 6 meses. No resguarda contra las enfermedades de transmisión sexual. Muchas mujeres no pueden cumplir las lactancias frecuentes, por razones laborales o bien de agotamiento, y se sienten desprotegidas con este método. Puede disminuir el deseo sexual y provocar dolor a lo largo de las relaciones íntimas.

Actitud utópica respecto al desempeño sexual

Sus ventajas son que resulta económico y se puede com­prar en cualquier quiosco o farmacia; previene el contagio de infecciones de transmisión sexual (la prueba es el renacer brusco que tuvo su empleo con la aparición del VIH), no trae inconvenientes de salud, puede ser llevado con facilidad, tanto por el hombre como por la mujer, puede alargar el coito y ser del juego amo­roso cuando la mujer se lo coloca a su compañero. Brenda dijo que le gusta emplear esta práctica toda vez que sienta que no está recibiendo la atención que le agradaría recibir de Malcolm. Malcolm trabaja desde su casa y, en ocasiones, pasa horas en su oficina los fines de semana. A veces me enojo por el hecho de que siento que cree que sus blogs son más esenciales que yo. Sé que tiene fechas límite para cumplir, pero eso no me ayuda. Ahora, cada vez que me siento de esta forma, en lugar de enfurecerme, sencillamente voy a su oficina y le digo que me agradaría algo de nutrición. La belleza es que tiene que admitirlo de manera inmediata o dentro de diez minutos. Marcha fantásticamente para mí .

Estas son mis señas y lo que me identifica como mujer

Las mujeres íntimamente saben que los orgasmos se viven de manera diferente. Mantak Chia y otros estudiosos destacan que pueden haber modelos de orgasmos, como una serie de orgasmos poco intensos, un clímax menos intenso seguido de otro intenso; y último sería la onda larga y ondulante del placer. El clímax en la mujer es la contracción pulsante y placentera en la zona pélvica, en los músculos de la vagina y el útero. Aguardando un amor y cuando aparentemente llega, unir una canasta de temores y no saber realmente bien que hacer. La imprevisible ayuda de la distancia para nutrir una ilusión de amor que no requiere el compromiso que necesitan y también imponen los cuerpos. Un amor hecho de fantasías y de ausencia, de promesas de encuentros siempre postergados, de sonrisas y miradas imaginadas, de abrazos y besos idealizados. Hay mujeres que les gusta soñar en cama con tipos rudos, que la tomen de forma fuerte, le tiren el pelo, sean más intensos en el momento de la penetración; como también hay algunas que fantasean con tipos más románticos, que las acaricien más, que las traten con ternura; al tiempo que otras con tipos que sean sus esclavos sexuales a quienes les puedan hacer lo que ellas deseen. Son variadísimas las fantasías de una mujer. Descubrir cada una de ellas es muy sencillo, probando una por una y viendo sus reacciones y cuáles son las s de su cuerpo que más la excitan. Preste atención a sus gemidos, la reacción de sus movimientos y a sus palabras a la hora de alentar sus distintos puntos erógenos.