Siempre deja ganas de reiterar

Las personas que aprenden a distinguir la edad auténtica de sus congéneres pueden ser capaces de ayudarlos, pero también, son capaces de reconocer aquellos en que de una forma o bien otra han atrofiado o bien perdido a ciertos de sus cuerpos interiores.

Te mando un beso enorme amor mío, besos

Esa mezcla hará que vosotros podáis forjar vuestras propias reglas que, seguramente de forma natural y sin maldad, inculquéis a vuestros descendientes… Es algo casi inevitable. Nosotros hemos vivido situaciones en las que nos dábamos cuenta de qué forma esto había afectado.