
‘las piernas se contraen, y de esta manera las mantiene el amante ya antes de su pecho …’
La mujer de nuevo vio que algo no estaba marchando, y que la perjudicada seguía siendo ella, luego de tener relaciones. Era prácticamente una lotería saber, si el hombre la quería de verdad o bien era otro mentiroso que solo procuraba sexo. Fue así como la mujer agregó otro elemento a su estrategia.