
Que sepa que sólo placer puede esperar de ti
Deja que la pequeña Laura los coja y ande conmigo. se fue y por un momento me quedé de pie preguntándome qué hacer. Laura asintió con la cabeza e hizo un gesto tal y como si fuera a continuar a Donna. Me puse al día en unos pocos pasos y mientras que caminábamos Donna habló.