
Tu anota mi número y me preparas una once, después te invito un café
Por más traumáticos que sean tus vivencias en las escuela, que te ponían apodos, que tu profesora te decía que no ibas a lograr nada en la vida, que las chicas te despreciaban, necesitas quitar todos esos condicionamientos, porque esas vocecitas prosiguen retumbando en tu cabeza.